miércoles, 20 de noviembre de 2013

Silencios llenos de preguntas...

  Silencio, recuerdo esos días hipnotizado mirando el teléfono que nunca llegó a sonar... Sois varios los que dejastéis como tarjeta de despedida un eterno y sonoro silencio. Nunca supe interpretar exáctamente su significado; si tanto daño os hice, si tanto os deufradé, si dejé de poderos ofrecer nada que os interesase ya, si recibísteis una dosis letal de mí, si sólo fui un accidente, si no sabíais que decir, si los remordimientos os lo impidieron, si, simplente fue vuestra forma de cerrar un capítulo agotado, de pasar página. Supongo que en cada caso hubo sus razones, sus motivos, a todos os deseo lo mejor porque fuiste parte vital en mi camino, porque aún me importáis,  por eso me duele, no lo negaré, ese silencio que me dejó relegado a una sombra, a un recuerdo, a un hilo de humo que se difumina en el horizonte. Me entristece pero lo respeto cualquiera que sean vuestros motivos. Yo escojo no desconectar, me quedo con todo lo bueno que dejásteis, alguna foto de lo que os llevásteis, una sonrisa en el recuerdo y una mella en el alma.

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